Equipo

Fabiola Favela, Sarahí Ivich,Nalleli García,Elizabeth Martinez y Cynthia Morán

Origen y desarrollo de la Escuela Pública en Sonora.

PRIMERAS DISPOSICIONES ENCAMINADAS A CREAR INSTITUTOS DE ENSEÑANZA

Durante la vida política del estado de Occidente (31 de enero de 1824 a 14 de octubre de 1830) y fungiendo como Gobernador Constitucional, Don Simón Elías González, la primera legislatura expidió la Ley Numero 22 del 9 de mayo de 1825 que prevenía que “al tercer día de haber recibido aquella disposición deberían reunirse los Ayuntamientos a efecto que nombraran una comisión, de su seno o fuera de él, para que dentro del termino de una semana presentaran dictamen planteando las reglas indispensables para la fundación de Escuelas Primarias en los pueblos de sus respectivos distritos en donde fueran necesarias, que fijaran los lugares en donde deberían hacerlas, el sueldo que había que pagar al Maestro, los arbitrios para hacerlo, acondicionamiento de locales y como se habían de cobrar las cuotas para cubrir dichos emolumentos”.

La II Legislatura expidió como complemento de esta Ley, el decreto de 11 de febrero de 1829, facultando al Ejecutivo, para que solicitara un maestro instruido en el arte lancasteriano y estableciera en Alamos una escuela que proporcionara la protección de los demás pueblos del Estado. En el propio decreto se hacía constar, que de los caudales de la misma Hacienda, se compraran los libros necesarios, para que no por falta de ellos se dejara de tener el fruto que se deseaba.

En cumplimiento a la Ley Institucional de 14 de octubre de 1830, el día 13 de marzo del siguiente año, se declaro solemnemente instalado en la Ciudad de Hermosillo, el Congreso Constituyente del nuevo Estado Libre y Soberano de Sonora.

El propio Congreso, por decreto de 14 de junio de 1831, autorizo al C. Don Leonardo Escalante, Gobernador provisional del Estado, para que se arbitrara los medios necesarios y estableciera en Hermosillo un “Colegio de Estudios”. Estatuyó también como un deber del Estado la educación de la juventud, y así vemos surgir las primeras escuelas donde se enseñaban las primeras letras.

Es muy significativo el interés que el pueblo de Sonora ha venido prestando a todas aquellas causas nobles y altruistas, por lo que, no podría pasar inadvertido, la función de la ciudad de Hermosillo, en junio de 1831, de la primer institución de carácter cultural que existió en nuestra entidad, con el nombre de “Sociedad de Amigos de la Ilustración”.

Entre otras disposiciones dictadas por la II Legislatura Local en 1834, tenemos las siguientes:

En el mes de “abril se autorizó el Ejecutivo para erogar las sumas necesarias en la creación de escuelas de primeras letras en la región de los ríos Yaqui y Mayo”.
El decreto No. 52, de 18 de mayo, autorizaba la creación en la Capital del Estado, de un instituto Literario.

El 31 del propio mes de mayo, el Gobierno “Elaboró un plan para la instrucción pública, proponiendo la creación de escuelas en los pueblos cabeceras de partido y en todos los lugares que por su población y recursos de vida así conviniera”.


“El Decreto No. 73, de 19 de agosto de 1835, fija los requisitos que deben reunir los preceptores de la niñez, las formalidades que deben observarse para nombrarlos y el sueldo que deben percibir por cuenta de los fondos municipales, aportaciones de particulares y subvenciones del erario del Estado”.

La creación de instituciones no realizo, pues si bien se abrieron escuelas de primeras letras en ciertas regiones y decretaron las bases fundamentales de la futura cultura del pueblo, es de lamentarse el poco impulso que recibió la educación en esta época; debiéndose ello a muy diversas causas entre las que podemos citar: la difícil situación económica en que se inicio nuestro Estado en su vida independiente, los pronunciamientos de los apaches, las guerras del régimen Centralista, la injusta intervención norteaméricana y muy principalmente la falta de maestros mas o menos capacitados para atender la educación.

Para allanar la falta de maestros, se dispuso la fundación de una Escuela Normal en Ures, con sistema de enseñanza Mutua o Lancasteriana y además tuviera a su cuidado el control de las escuelas de primeras letras existentes en la entidad.

De acuerdo a esta disposición, el día 18 de agosto de 1847, abrió sus puertas este centro de estudios, bajo la Dirección del Profr. José Antonio Villalpando.

Las asignaturas del Plan de Estudios eran elementales y comprendían: Gramática castellana, Aritmética, Lectura, Escritura, Civismo, Religión y Urbanidad.

El titulo de Normal se le dio, porque su misión consistía en preparar elementos que fueran a otras escuelas a enseñar las primeras letras.
Perduró hasta 1853.

Debemos hacer la aclaración que desde los primeros años del siglo XIX, ya existía una escuela primaria en Arizpe, dirigida por el Profr. José Lucas Pico otra en Baroyeca que estaba a cargo del Profr. Jacinto Álvarez y a partir de 1832 se vieron surgir escuelas en Baviácora, Moctezuma, Guadalupe de Ures, Guadalupe de Altar, Guaymas y otros lugares.

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